jueves, 1 de septiembre de 2016

YO NO TENGO FE EN LA EXISTENCIA DE DIOS

En nuestra sociedad actual muchas personas se cuestionan sobre Dios. Pero, yo me pregunto el porqué de tales cuestiones. 

¿Dios es un problema que resolver? ¿Acaso Dios no es un ser real igual que cualquier otro ser real que existe en nuestro mundo? ¿La existencia de Dios no es evidente?

En este artículo solamente quiero dar respuesta a la siguiente pregunta ¿La existencia de Dios es una cuestión de razón o una cuestión de fe?

Yo soy sacerdote católico, y no creo en la existencia de Dios. En otras palabras, no tengo fe en la existencia de Dios. Es más, nunca podré tener fe en la existencia de Dios. Suena raro. ¿Verdad? Y, sin embargo, es cierto. ¿Por qué? Porque ya lo sé, por razonamiento riguroso. Soy filósofo y me ha tocado estudiar y pensar cómo es la existencia del mundo. Y desde ahí, se demuestra que Dios existe. Todos los grandes filósofos han propuesto pruebas para demostrar la existencia de Dios. De entre todas las pruebas las más convincentes son las vías de Tomás de Aquino. Estás pruebas las desarrollaremos en los futuros artículos. Por tanto, como ya sé que Dios existe, no puedo tener fe en la existencia de Dios. Aunque es verdad que la existencia de Dios no es nada evidente por eso es necesario demostrar.

Como conclusión podemos decir que la existencia de Dios es una cuestión de razón y no de fe. La persona humana puede llegar a conocer que Dios existe a través de la razón. Es decir de un modo natural y no de un modo sobrenatural. Pero Dios se ha revelado para que nosotros podamos llegar al Dios verdadero.






viernes, 29 de marzo de 2013

Aborto II


Diálogo con el médico Luis Solari de la Fuente, ex primer ministro del Perú


Con motivo del “Día del Niño por Nacer” que se celebra hoy oficialmente en toda la República del Perú, ZENIT entrevistó al doctor Luis Solari de la Fuente, médico internista y actual decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica Sedes Sapientiae.
El doctor Solari fue congresista de la República en dos periodos consecutivos entre los años 2000 y 2006. Asimismo fue ministro de Salud y luego primer ministro entre los años 2001 y 2003. De él salió la iniciativa legislativa para la dación de la ley que oficializa el “Día del Niño por Nacer” en el Perú, y ha sido el vocero laico de la multitudinaria “Marcha por La Vida” realizada el pasado sábado 23 de marzo en Lima.
En vista de su amplia experiencia y conocimiento a favor del derecho a la vida y la familia, conduce una facultad académica donde sus egresados se destacan por una actitud distinta hacia los pacientes, lo que les permite destacar entre otros profesionales. La ocasión fue propicia para pedirle algunos argumentos “no negociables” sobre temas actuales, que vienen afectando el derecho natural.
Se ha sabido que la "Marcha por la Vida" en Lima ha doblado el número de asistentes del año pasado, ¿no?
--Luis Solari: ¡Más que doblado! El año pasado tuvimos alrededor de 40.000 personas; en la “Marcha por la Vida 2013” hemos superado las 100,000 personas. La foto en primera plana del diario decano “El Comercio” de Lima, al día siguiente, es muy elocuente: “Un mar humano marcha por la vida”.
¿Cuál ha sido la procedencia de los participantes?
--Luis Solari: Como en los años anteriores, familias enteras que vienen a marchar, parroquias, colegios, movimientos, universidades, a las que este año se sumaron diversas personalidades públicas, aunque los marchantes son mayoritariamente jóvenes. Yo marché, al igual que otros años, con la Universidad Católica Sedes Sapientiae cuya delegación es mayoritariamente de la Facultad de Ciencias de la Salud, donde soy Decano.
Si desde otros países se quisiera movilizar a la población a favor de la vida, ¿qué sugerencias les daría? ¿Qué se debe tomar en cuenta?
--Luis Solari: Desde que el papa Juan Pablo II pidiera a las conferencias episcopales el establecimiento de departamentos de defensa de la vida, vemos un gran involucramiento de los obispos en este tema. Una Marcha por la Vida convocada por el obispo del lugar, como ha sido la reciente Marcha en Lima convocada por nuestro arzobispo, es el mejor signo de una Iglesia unida en este crucial tema “no negociable”. Sin duda, es esencial la participación del laicado y de los jóvenes en la organización y el desarrollo de la Marcha.
¿Se sabe de proyectos orientados contra la vida y la familia en el Perú actualmente?
--Luis Solari: Toda América Latina, también el Perú, viene siendo agredida con una presión ideológica contra la vida y la familia. Existen organizaciones en nuestros países, que reciben dinero foráneo con la finalidad de presionar a nuestras autoridades para cambiar las normas legales en desmedro de la vida y la familia. Lamentablemente, los gobiernos y las cancillerías de la región, que estarían obligadas a hacerlo, no actúan para evitarlo.
Hay presiones, ¿entonces?
--Luis Solari: La presión es constante: normas legales contra la vida que, vía el desprecio por la vida, introducen egoísmo en la familia y la sociedad; normas a favor de la ideología de género que, fundada en la tesis de la lucha de clases, introducen el conflicto como el modo relacional; normas que pretenden independizar a los menores de sus padres en materias de sexualidad, que quiebran el fundamental rol educador de los padres. Es una obvia concertación contra la vida y la familia.
Hoy se celebra el "Día del Niño por Nacer"... ¿Qué resonancia tiene a nivel estatal y en la sociedad peruana?
--Luis Solari: Es la “Marcha por la Vida” la que señala públicamente a toda la nación la celebración del Día del Niño por Nacer, cada 25 de marzo, instituido por ley. Es esencialmente a nivel del sector de la salud, que se realizan celebraciones en las que particularmente participan madres en gestación.
Usted tuvo la iniciativa de esta ley en el año 2002 cuando era congresista. ¿Cómo surgió la idea? 
--Luis Solari: Las normas legales peruanas, que incluyen a los Tratados internacionales sobre Derechos Humanos suscritos por el Perú, contienen un vasto cuerpo de protección a los niños por nacer, por lo que era necesario condensar en una sola norma el concepto de que el Perú es un país donde se defiende la vida. Nuestro Código de Niños y Adolescentes señala: “Se considera niño a todo ser humano desde la concepción hasta cumplir los doce años de edad”. y “El niño y el adolescente tienen derecho a la vida desde el momento de la concepción”.
¿Tuvo dificultades para obtener la aprobación del Congreso?
--Luis Solari: El Congreso de la República no puso objeciones. Fue el presidente de la República quien no quiso promulgar la Ley, que fue devuelta al Congreso donde fue promulgada.
¿Cree que esta ley, así como iniciativas como las marchas o los colectivos provida, son formas de vigilar a los gobiernos en el modo en que legislan sobre la familia y la vida?
--Luis Solari: En América Latina es claro que la anti-vida y anti-familia ha transitado de financiar “marketing social”, a esencialmente buscar la dación de normas legales de toda jerarquía (leyes y decretos, resoluciones supremas, ministeriales o directorales, ordenanzas regionales o municipales), que sean de cumplimiento obligatorio para nuestras ciudadanías, y así imponer desde la autoridad pública, su agenda destructiva.
Se debe estar muy atento, entonces...
--Luis Solari: Ya no solo basta con promover la vida y la familia. La defensa de las mismas incluye el control social de los órganos públicos. Ese control social va desde la vigilancia de la aparición de proyectos de normas antivida o antifamilia, hasta una acción de develamiento público de la verdad sobre candidatos a convertirse en autoridad pública.
¿Qué nos puede decir de la Facultad de Ciencias de la Salud que dirige, conocida porque está orientada hacia una cultura de la vida?
--Luis Solari: La Diócesis de Carabayllo (la parte norte de la ciudad de Lima), confiada al obispo Lino Panizza, creó la Universidad Católica Sedes Sapientiae, de tipo popular y sin fines de lucro. Hace seis años inició la Facultad de Ciencias de la Salud, para formar profesionales humanistas cristianos con una clara y decidida vocación a favor de la vida. 
¿Se inscriben muchos estudiantes?
--Luis Solari: Ya tenemos alrededor de 1.500 estudiantes y en los próximos días se graduará nuestra primera promoción de Enfermería. Signo de que vamos alcanzando la meta propuesta, son los testimonios del personal de los hospitales acerca de la forma distinta de nuestros alumnos para relacionarse con los pacientes. Una correcta formación antropológica lleva a una mirada fraterna hacia los “otros”.
Como médico y educador, le pedimos un argumento que sea útil a los lectores sobre los siguientes puntos:
¿Por qué el aborto "terapéutico" es inviable hoy en día?
--Luis Solari: Los avances de la ciencia han convertido en extremadamente excepcional, casi inexistente, que pueda darse una circunstancia en que deba entregarse la vida del niño para salvar la de la madre. Hay que estar muy atentos a que, utilizando como “Caballo de Troya” el llamado “aborto terapéutico”, se encubra en él el aborto eugenésico incluyendo un listado de discapacidades de los niños por nacer, para matarlos…, solo por tener una discapacidad. 
¿Qué decir a los que justifican el aborto "por violación"?
--Luis Solari: ¿Cómo puedes sentenciar a muerte al niño inocente, si ni siquiera el culpable de la violación tiene pena de muerte? Vaya y escuche los testimonios de los que se salvaron de un aborto. Escuche su vida, su gratitud por estar vivos. No habrá una sola madre que se resista a la mirada del niño recién nacido “de su propia sangre” cuando es puesto sobre su pecho.
¿Por qué no conviene aceptar la adopción de niños por parte de uniones del mismo sexo?
--Luis Solari: Está demostrada científicamente la importancia de la presencia de la madre y el padre en el desarrollo de la personalidad del niño. No hay ninguna evidencia científica que demuestre lo mismo en un niño criado en uniones del mismo sexo. Lo que sí se puede afirmar es que en este caso habrá una importante distorsión en la formación antropológica que contiene toda educación de padres a hijos. ¿Es esto bueno para los hijos, atendiendo al principio del interés superior del niño? Definitivamente no. ¿Es bueno para la sociedad contemporánea donde es evidente una crisis antropológica? Definitivamente no. Entonces, ¿por qué la autoridad pública aprueba esa clase de normas? Exclusivamente por razones políticas, por los supuestos votos y probables financiamientos a futuras campañas.
¿Y qué puede hacer el cristiano ante este tipo de asuntos públicos...?
--Luis Solari: Respondo con lo dicho por el papa León XIII en la encíclica Inmortale Deinúmero 22: "No querer tomar parte alguna en la vida pública sería tan reprensible como no querer prestar ayuda alguna al bien común. De lo contrario, si se abstienen políticamente, los asuntos políticos caerán en manos de personas cuya manera de pensar puede ofrecer escasas esperanzas de salvación para el Estado”. 

Aborto


NO MATARÁS
ENTREVISTA A JULIÁN MARÍAS: «Es una HIPOCRESÍA LLAMAR al ABORTO INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA del EMBARAZO»

El filósofo Julián Marías, discípulo de Ortega y autor de más de medio centenar de libros, no vacila en su condena enérgica sobre el aborto, al que considera «el máximo desprecio de la vida humana en toda la historia conocida»...
Fuente: La razón 25-XI-2003

ENTREVISTA A JULIÁN MARÍAS. Filósofo y escritor

El filósofo Julián Marías, discípulo de Ortega y autor de más de medio centenar de libros, no vacila en su condena enérgica sobre el aborto, al que considera «el máximo desprecio de la vida humana en toda la historia conocida».
- 60 millones de abortos al año en el mundo, ¿qué reflexión le sugiere este dato?
- Que se ha extendido de manera aterradora la aceptación social del aborto, el máximo desprecio de la vida humana en toda la historia conocida, y a la vez la negación de la condición personal.
- ¿Y qué le parece que se le llame «interrupción voluntaria del embarazo»?
- Me parece una expresión de refinada hipocresía. Los partidarios de la pena de muerte tienen resueltas sus dificultades. ¿Para qué hablar de tal pena, de tal muerte? La horca o el garrote pueden llamarse «interrupción de la respiración» (y con un par de minutos basta); ya no hay problema. Cuando se provoca el aborto o se ahorca no se interrumpe el embarazo o la respiración; en ambos casos «se mata a alguien». Y, por supuesto, es una hipocresía más considerar que hay diferencia según en qué lugar del camino se encuentre el niño que viene, a qué distancia de semanas o meses de esa etapa de la vida que se llama nacimiento va a ser sorprendido por la muerte
- Usted no plantea el problema desde la fe o desde la ciencia. ¿Qué planteamiento falta?
- Uno elemental, ligado a la mera condición humana, accesible a cualquiera, independiente de conocimientos científicos o teológicos, que pocos poseen. Esta visión no puede ser otra que la antropología, fundada en la mera realidad del hombre tal como se ve, se vive, se comprende a sí mismo. Hay, pues, que intentar retrotraerse a lo más elemental, que por serlo no tiene supuestos de ninguna ciencia o doctrina, que apela únicamente a la evidencia y no pide más que una cosa: abrir los ojos y no volverse de espaldas a la realidad
- Las feministas dicen que el cuerpo es suyo
- Pero es falso. Cuando se dice que el feto es «parte» del cuerpo de la madre, se dice una insigne falsedad, porque no es parte: está «alojado» en ella, mejor aún, implantado en ella (en ella, y no meramente en su cuerpo). Una mujer dirá: «Estoy embarazada», nunca «mi cuerpo está embarazado»
- ¿Qué es el niño aún no nacido?
- Una realidad «viniente», que llegará si no lo paramos, si no lo matamos en el camino.
- Algunos afirman la licitud del aborto cuando se cree que probablemente el que va a nacer sería anormal, física o psíquicamente
- Pero esto implica que el que es anormal no debe vivir, ya que esa condición no es probable, sino segura. Y habría que extender la misma norma al que llega a ser anormal, por accidente, enfermedad o vejez. Si se tiene esa convicción, hay que mantenerla con todas sus consecuencias Hay quienes no se atreven a herir al niño más que cuando está oculto -se pensaría que protegido- en el seno materno; lo cual añade gravedad al hecho: en una época en que cuando se encuentra a un terrorista con una metralleta en la mano, todavía humeante, junto al cadáver de un hombre acribillado a balazos, se dice que es «el presunto asesino», la mera probabilidad de una anormalidad se considera suficiente para decretar la muerte del que está expuesto al riesgo de ser más o menos anormal.
- ¿Cree que la injusticia mayor que se puede cometer con un hombre es despojarlo de su esperanza?
- Siempre me han conmovido esos hombres o mujeres que, al final de su vida, rezan en la iglesia y se acercan al altar para recibir una comunión que en el antiguo rito recordaba la promesa de la vida eterna; es decir, la esperanza. Hoy son muchos los que se dedican a minar esa esperanza. Lo grave es que a veces lo hacen en nombre de la «justicia social», cometiendo la más aterradora injusticia que puedo imaginar.
- Buen tema para el mes de difuntos.
- Se han debilitado las vigencias religiosas, incluso dentro del cristianismo; se ha atenuado la conciencia del dramatismo de la vida humana, de la posibilidad de salvación o condenación. Con ello, en grandes multitudes, se ha disipado la esperanza en la vida perdurable después de la muerte
-¿Siempre se ha sentido católico?
- Tengo el más vivo recuerdo de haberme sentido «mal», aunque siempre «dentro» de la Iglesia. Ningún «malestar» es suficiente. En todo caso, y si el malestar es muy grave, siempre me he sentido más inclinado a «que se vayan ellos» que a irme yo de aquello a que radicalmente pertenezco.

lunes, 12 de noviembre de 2012

El Capellán del Diablo


Resumen del artículo de Mariano Artigas:

"El Capellán del Diablo. Ciencia y Religión en Richard Dawkins "





Manuel Leguía Mendoza

En primer lugar, Artigas describe la personalidad de Dawkins. Es un biólogo y polemista como fue calificado por la revista Prospect . Es profesor en la Universidad de Oxford. Es un gran comunicador, ateo y enemigo declarado de la religión (la religión se encuentra en el centro de sus polémicas).

En el artículo se analizan los argumentos de Dawkins en la que presenta a la ciencia y la religión como opuestos e irreconciliables. En su libro "El capellán del diablo" presenta sus críticas a la religión que se han radicalizado a raíz de los acontecimientos del 11 setiembre del 2001. En cuanto al título del libro, Dawkins ha tomado una frase de Darwin. En este libro presenta el mecanicismo frente a la providencia de un Dios creador.

Para resumir seguiré la división en cinco puntos que hace D. Mariano Artigas[1]:

1. GERIN OIL (GERINIOL)
Los términos Gerin oil y geriniol son anagramas que se forman cambiando el orden de las letras de la palabra religión. 

En este articulo, Dawkins habla de religión pero sin hacer mención de ella. Dice que el geriniol es una poderosa droga que actúa sobre el sistema nervioso, produciendo efectos de tipo anti-social y auto-destructor. Los adictos de la droga son capaces de enclaustrarse en comunidades cerradas, y también sufren los efectos alucinógenos (y dicen ver visiones). En este mismo artículo critica de un modo indirecto la revelación, la eucaristía, la redención y al clero (sus promotores están organizados, y ocupan puestos principales).

Artigas afirma que la hostilidad de Dawkins  hacia la religión no es nueva, pero ha cobrado nuevas dimensiones a partir del 11 de setiembre del 2001, y de los posteriores actos de terrorismo que se realizaron en nombre de la religión. Como conclusión dirá que la religión es mala, que es fuente de peligros fanatismos. Y como remedios propone: abolir el respeto a la religión y que se impida la enseñanza a los niños.

2. EL RELOJERO CIEGO
Dawkins alcanzó la fama con su libro "El gen egoísta" (1976), en la que sostiene que los principales protagonistas de la evolución son los genes. Y  los vivientes nacen, viven y mueren. Por tanto no son más que unos simples vehículos para que los genes transmitan de generación a generación copias de sí mismas con pequeñas variaciones.

Esta idea de que los genes son los protagonistas no es original de Dawkins pero es su mérito la formulación.
En 1986 publicó su libro "El relojero ciego". Este libro es una apasionada defensa del darwinismo y al mismo tiempo una dura crítica al "argumento del diseño". Este argumento del diseño fue sostenido por el teólogo protestante William Paley, quien a través de una analogía del reloj y del relojero llega a demostrar la existencia de un Dios creador a partir del orden y la perfección del mundo. Dawkins dirá que si existe un relojero pero se trata de un relojero ciego. Y lo identifica con la selección natural, que es la supervivencia de los mejor adaptados.

Don Mariano Artigas recoge en su artículo los antecedentes del relojero ciego. Y cita a Jacques Monod con su obra "El azar y la necesidad" publicada en 1970. Monod sostiene que la ciencia no tiene finalidad. Y el único método para llegar a una verdad es la experimentación. También dice que la antigua alianza está rota, el hombre ya no depende de Dios sino que se sabe solo en el universo en la que apareció por azar.
Como respuesta a la teoría de Monod, Artigas presenta la teoría de Christian de Duve. Este acepta la evolución y su explicación neo-darwinista. Es decir que hay posibilidad de un plan y el azar como origen de todo sin un cierto orden o límites es absurdo.

Dawkins se sitúa en la línea de Monod y la radicaliza aún más porque la hace explicita. Dice que el misterio de la existencia humana ha dejado de ser un misterio porque no hay nada fuera de la física y de la biología. Pero podríamos preguntarle a Dawkins ¿cómo me aseguras que no hay nada fuera de la física y de la biología?

Es muy importante subrayar el carácter acumulativo de la selección natural. Es decir que la selección natural actúa sobre la base de las ventajas que se han acumulado previamente. Otra cuestión importante a tener en cuenta es que la selección natural no tiene una finalidad, es un relojero ciego capaz de producir las maravillas que contemplamos en la naturaleza. Por tanto no hace falta un creador, ni un ordenador.

Dawkins plantea una dicotomía entre la acción de las causas naturales y la acción de Dios como si estuvieran en el mismo nivel. Pero esta división es falsa porque Dios ordinariamente actúa a través de las causas naturales. Dios como causa principal da el ser a todo lo que existe. Por tanto es razonable sostener la compatibilidad entre la evolución mediante mutaciones genéticas y selección natural, y la acción de Dios creador. Esta compatibilidad antes explicada, ya en el s. XIX fueron sostenidas por algunos autores cristianos, por ejemplo: Jhon Zham con su obra "Evolución y dogma"; Christian de Duve en su libro "Azar y necesidad".

3. GENES, MEMES Y VIRUS
Los genes son los auténticos protagonistas de la historia de la vida. Esta idea está desarrollada en su libro "El gen egoísta". Al final de este libro incluyó un nuevo término que memes (formada de las palabras gene y memory). Y dice que son los genes replicadores pero no biológicos sino culturales. Artigas dice que Dawkins emplea su idea de memes para atacar a la religión. Identifica la religión "con memes malos", y los denomina "virus de la mente"[2].

El capellán del Diablo contiene 32 ensayos distribuidos en 7 secciones. D. Mariano dice que la idea principal de la tercera sección es, precisamente, que la religión es un peligroso virus de la mente, que causa, en la persona religiosa, una mente afectada. Dawkins sostiene que esta virus se transmite por tradición, es decir de generación a generación. Por tanto la infección  se suele adquirir desde muy pequeños.
En la introducción a la sección tercera, Dawkins muestra una crítica a la religión: "Desde 1967, siempre he pensado que las religiones proveen los mejores ejemplos de memes y complejos de memes... En Virus de la mente he desarrollado este tema de las religiones como parásitos mentales, así como la analogía con los virus informáticos... En ocasiones, al describir a las religiones como virus mentales se interpreta como algo despreciativo o, incluso, hostil. Es ambas cosas"[3].

Dawkins no hace ningún esfuerzo para hacer un análisis objetivo de la religión sino que se deleita en ridiculizar y criticar. Afirma que las autoridades religiosas son las más intolerantes con los miembros de una fe distinta a la suya. Esta afirmación es errónea porque la realidad es muy distinta, las autoridades son los más tolerantes y defensores de los débiles.

La religión es un virus y es un accidente del nacimiento. Este virus es transmitido a los niños. A estos argumentos, Artigas responde con la misma argumentación. Es decir que los niños no solamente aprenden cuestiones de religión sino muchas otras cuestiones importantes para su vida. Y la ciencia ¿no es un virus? Porque la ciencia es un conjunto de ideas sobre el mundo y cuando se les enseña a los niños tienden a aceptar. A esta cuestión sobre la ciencia responde Dawkins diciendo que las ideas científicas tienen una serie de características que no las tiene la religión. Como conclusión dirá que no hay más verdad que la científica. Pero esto no es ciencia sino cientificismo.

El cientificismo de Dawkins, dice Artigas no se sostiene porque ella misma se autodestruye. El cientificismo es una generalización sin base, una mala filosofía que se presenta como ciencia o como consecuencia de la ciencia. El cientificismo es un virus de la mente[4]. El cientificismo es cuasi-religión. Y se debe a dos factores: desilusión con alguna forma de religión, y descubrimiento de la ciencia como algo maravillosa.

Es importante saber, que cuando se habla de ciencia y religión estamos a dos niveles distintos. Dawkins rechazando esta diferencia quiere someter a la religión al método y a la experimentación científica. Pero las cuestiones espirituales no se pueden someter a la experimentación.

La diferencia entre ciencia y religión no quita que sean compatibles. Pero Dawkins considera que son dos realidades opuestas. Sólo acepta argumentos científicos para la demostración de la existencia de Dios. Artigas cita, al agnóstico Stephen Jay Gauld, que es evolucionista y escritor de la Universidad de Harvard. Este agnóstico, en contra de Dawkins, intentaba establecer paz entre ciencia y religión asignándoles dominios separados, un esquema que denominó "magisterios que no se superponen".  

4. CRITERIOS DE VERDAD
El último ensayo de "El capellán del diablo" es una carta que lleva por título Buenas y malas razones para creer y está dirigida a su hija Julieta. Las buenas razones son las que se fundamentan en la evidencia y las malas en la tradición, la autoridad y la revelación.

En esta carta, Dawkins, va en contra de uno de sus principios; los padres no tienen derecho para educar a sus hijos, pero sin embargo el fin de esta carta es educar a la hija en un ateísmo.En su crítica a la religión no le da ningún valor positivo a la religión. La verdad y la evidencia pertenecen a la ciencia. De estas afirmaciones se puede decir que la gente inteligente no puede ser religiosa. Sin embargo sus colegas de Oxford eran tan inteligentes como él y a la vez eran religiosos. De sus críticas podemos deducir que Dawkins no estaba tan familiarizado con la teología. El Dios que describe en su libro "Escalando el monte improbable" es un dios que no es el de la fe abrahámica.

5. TRES ARGUMENTOS CONTRA LA RELIGIÓN
H. Allen Orr, profesor de Genética Evolutiva en la Universidad de Rochester (Nueva York) analiza los argumentos en contra de la religión de Dawkins en tres pasos:

a. La religión es completamente falsa. La gente cree en esas falsedades porque son memes, virus de la mente que se transmiten principalmente por tradición en los niños y por mediante influencia de personalidades poderosas en los adultos. En cambio las ideas científicas se encuentran apoyadas por la precisión, cuantificabilidad, etc.

Artigas comentando las palabras de Orr dice que Dawkins no examina la verdad de la religión, simplemente da por supuesta su falsedad porque no se ajusta a los criterios de la ciencia empírica. Pero, Orr se pregunta por qué se tiene que juzgar con esos criterios si la religión no es objeto de la ciencia empírica. Las verdades de fe no son afirmaciones científicas.

b. La religión es la raíz de muchos males. Orr dice que Dawkins es ciego para ver la realidad del siglo XX, porque las atrocidades más graves se han dado por causa de personas que rechazan la religión. Como ejemplo mencionamos los siguientes: Stalin, Mao y Pol Pot, Hitler etc.

c. El tercer argumento se refiere a la supuesta oposición entre ciencia y religión. Mariano Artigas dice que Dawkins se encuentra obsesionado por acabar con la religión. Y para demostrar esto cita el libro que se publicó el año 2004 con el titulo The Ancertor·s Tale. En este libro voluminoso explica la evolución desde las eubacterias hasta el homo sapiens. Pero lo más sorprende es la última parte porque de repente presenta una dura crítica a la religión. Otra cuestión importante a subrayar, Dawkins en el libro había narrada la belleza del mundo y de la vida pero al final, paradójicamente, dice que el mundo está tan lleno de mal que no puede ser creación de Dios.

Dawkins sostiene que la religión es incompatible con la ciencia y con la biología. Pero no se da cuenta que hay muchos científicos y teólogos admiten que la religión y la ciencia pertenecen a ámbitos diferentes y complementarios. Al final de este artículo se recogen las críticas a las ideas de Dawkins. En Primer lugar, Artigas presenta las de Alister McGrath[5]. Este le acusa de tratar la teología de modo superficial e inexacto. Y después el mismo Artigas critica. Dawkins interpreta el darwinismo como una especie de religión secularista. Y sigue diciendo, es decepcionante comprobar que un miembro de la Royal Society, brillante científico y autor best sellers, se mueve en un marco ideológico tan confuso, y que además lo relaciona con la ciencia[6].

                                                                                







[1] Artigas, Mariano; El capellán del Diablo. Ciencia y Religión en Richard Dawkins; Scripta Theologica 38 (2006/1) 13-34
[2] Artigas, Mariano; El capellán del Diablo. Ciencia y Religión en Richard Dawkins; Scripta Theologica 38 (2006/1) 13-34
[3] Dawkins, Richar; El Capellán del Diablo, 163-164.
[4] Artigas, Mariano; El capellán del Diablo. Ciencia y Religión en Richard Dawkins; Scripta Theologica 38 (2006/1) 13-34
[5] Teólogo de Oxford. Critica en su obra Dawkins' God. Genes, Memes, and the Meaning of Life, Blackwell, Oxford 2005.
[6] Artigas, Mariano; El capellán del Diablo. Ciencia y Religión en Richard Dawkins; Scripta Theologica 38 (2006/1) 13-34

"El Placer y el Conocimiento"




                                       "El Placer y el Conocimiento"




Manuel Leguía Mendoza

1. Introducción
En el presente trabajo se intenta ver la relación que hay entre el placer y el conocimiento. Como punto de partida se puede decir, como se dirá en el desarrollo, que el placer es praxis teleia como el acto de conocer.
En primer lugar, expondré brevemente lo que es el placer en Aristóteles según el libro X de Ética a Nicómaco. En segundo lugar, el conocimiento como praxis teleia, y por último la relación que hay entre el placer y el conocimiento.

2. El placer
El placer no es el bien pero es un bien. El bien es querido en sí mismo, y el placer es querido como un medio o instrumento aunque los hedonistas dirán que el placer es el fin del hombre. Los hedonistas, dice Robert Spaemann[1], sostienen que el verdadero fin de nuestra actividad es esa satisfacción. Y todo lo demás se quiere sólo en razón de ese fin. Pero esta afirmación carece de fundamento porque el hombre no siempre busca el placer.
El placer no puede ser el fin del hombre porque, Aristóteles sostiene que el placer no tiene existencia propia porque es consecuencia del acto. Por lo tanto para que haya placer es necesario que el hombre esté en constante actividad, pero  lo humano no puede estar en continua actividad. Por tanto el hombre no siempre está experimentando placer.
Y el hombre es capaz de diversidad de actos. Esto implica diversidad de placeres. Al igual que los actos del pensamiento difieren de los actos de los sentidos, y estos a su vez entre sí, del mismo modo también los placeres, en cuanto que completan los actos, deben diferir en especie, pues cada placer es propio exclusivamente del acto que completa. A diferencia de Platón que sostenía que los placeres eran de naturaleza ontológica, Aristóteles sostiene que es de naturaleza ética: los placeres no son buenos o malos por ser más o menos estables o perfectos, sino por provenir de un acto virtuoso o vicioso[2].
Cada acto tiene su propio placer. A partir de este principio desarrolla que hay placeres propios y placeres extraños: los primeros hacen los actos más precisos, duraderos y mejores, mientras los segundos deterioran y destruyen teniendo sobre ellos prácticamente los mismos efectos que los dolores propios, que son contrarios a los primeros.
Por último, en cuanto a su moralidad podemos decir que depende del acto al que sigue. Es decir que el placer propio de un acto virtuoso es un placer conveniente y honesto, por tanto laudable; en cambio, el correspondiente a un acto malo será un placer perverso, por tanto censurable[3]

2.1. El placer no es un movimiento
Los placeres no son  procesos ni van acompañados de procesos, sino que son actos y fines (energeia telos). Por tanto, Aristóteles rechaza la definición de placer como un proceso sensible y propone la de acto de la disposición conforme a su naturaleza.
Pacucha (Andahuaylas)
El placer no es un movimiento ya que el movimiento implica un tiempo y un fin. Por ejemplo una persona que camina o construye una casa necesita un tiempo para alcanzar su fin que es llegar a un punto determinado o la casa construida. El movimiento no es un todo completo o un acto que posee su propio fin en sí mismo (como veremos en el punto 1.2) sino que tiene partes y en sus partes es imperfecto sólo será perfecto cuando ya no haya movimiento.
También se dice que el placer no es movimiento porque lo propio de todo movimiento es la rapidez y la lentitud, en sí o con relación a otra cosa; pero estas posibilidades no se pueden aplicar al placer, que es atemporal: en efecto, se puede experimentar un cambio hacia el placer con rapidez o con lentitud, pero una vez que el placer está en acto (energein kat auten), no se puede decir que goza con rapidez[4]

1.2. El placer es un acto
Aristóteles compara el placer con la visión, ya que ambas son totalidad en sí. El placer al igual que la visión no modifica su cualidad en el tiempo. Es decir que es completa en sí misma y no como el movimiento que necesita un tiempo[5]. Concluye que el placer pertenece a las cosas totales y completas, ello lo sustenta analizando como el movimiento se da en el tiempo, mientras que el placer da su totalidad en el ahora. Con ello contradice la idea expuesta por Platón de que el placer implica movimiento o un proceso de generación.
Pero esta perfección, de actualizar, que otorga el placer a la actividad, no es una perfección que esté contemplada internamente en la actividad, sino que es un fin superpuesto, es un agregado beneficioso a la actividad. Es decir, uno realiza una actividad mejor cuando la realiza de forma placentera, pero ello depende de que la actividad este realizada de forma correcta sobre el objeto correcto (por ejemplo la sensación, el juicio o el pensamiento).
El placer sigue a la actividad y al mismo tiempo perfecciona toda actividad. El placer es como el conocimiento praxis teleia. Es decir que es un acto perfecto.  El mismo momento inicial ya lo tiene su fin. Es decir que el placer es placer desde el primer momento.
Para mejor comprensión del placer como conocimiento es importante saber qué es praxis teleia. Para explicar esto me serviré, siguiendo a Aristóteles, del conocimiento.

3. El conocimiento praxis teleia
El conocimiento es praxis teleia porque es un acto perfecto. Es un acto que posee en sí mismo su fin. Por tanto el conocer se identifica con lo conocido.
Aristóteles dice que, el pensar y lo pensado, el conocer y lo conocido son lo mismo en estricta simultaneidad; precisamente por eso, el acto ha alcanzado ya su fin.  El acto de conocer no  es lo mismo que la potencia de conocer porque el conocer significa estar conociendo[6]. El estagirita en este texto está explicando uno de los sentidos del término enérgeia.
Aristóteles para explicar Enérgeia como acto de conocer distingue entre Praxis teleía (posee su fin en sí mismo) y praxis atelés (fin se refiere a su límite externo o peras). Entonces, el acto de conocer es una Praxis teleía porque posee su fin en sí mismo. Es decir, que no es necesario un movimiento en el tiempo para alcanzar el fin, sino que el conocer y el conocimiento se dan simultáneamente. En otras palabras lo conocido es lo actualmente conocido, como ya es dijo antes[7].

4. La relación entre el conocimiento y el placer
4.1. El placer como el conocimiento es praxis teleia
Después de explicar que el placer no es un movimiento sino un acto, se concluye que el placer es praxis teleia como el acto de conocer. El placer es placer desde el primer momento. Por tanto no es necesario esperar en el tiempo para que se dé el placer.
Aristóteles cuando habla del placer en el libro X de Ética a Nicómaco utiliza el mismo término, energeia, que en la Metafísica para hablar del conocimiento.
En los placeres hay un cierto perfeccionamiento "in crescendo", pero este perfeccionamiento no quiere decir que haya un movimiento de un estado no placentero a un estado placentero. Este cambio es imposible puesto que ya es placentero desde el primer momento... Ese perfeccionamiento se refiere a la intensidad del placer.
Para terminar, quiero hacer una breve referencia al placer del conocimiento ya que en este trabajo se intenta ver la relación que existe entre ambos.

4.2. El placer del conocimiento
Aristóteles afirma que no hay actividad de los sentidos ni del pensamiento o la contemplación que no culmine en la perfección de su acto, y que, a su vez, este acto  no sólo será el más completo, sino también el más agradable[8]. De aquí se deduce que no hay acto sin placer.
Ya los antiguos griegos sostenían que el intelecto al igual que las otras partes del alma tienen sus deseos específicos y sus propios placeres. Por ejemplo, Platón dice que la adquisición del conocimiento es lo más satisfactorio. Pero no por esto es lo más apetecible.

Hay otros placeres que son más apetecibles como los del cuerpo pero estos no se comparan a la del conocimiento. El placer del conocimiento se da siempre cuando hay conocimiento, puesto que no depende de cosas externas.
El conocimiento es la operación que obtiene los mejores y nobles placeres. El placer del conocimiento no se da después de un dolor como el placer de beber agua después de una jornada calurosa.
Aristóteles dice que los placeres del intelecto son los más altos. En este sentido se podría recoger su frase de Ética a Nicómaco,  que nadie en su sano juicio "elegiría vivir toda la vida con la inteligencia de un niño aunque fuera disfrutando en el más alto grado con todo aquello de que disfrutan los niños"[9]. Los niños disfrutan sin conocer o sin ser conscientes de sus actos. Una persona para disfrutar necesita el conocimiento.

5. Conclusión
Entre el placer y el conocimiento hay una relación importante, puesto que ambos en cuanto actos son praxis teleia. Esta tesis es lo que se intentó transmitir después de exponer que es un placer y que es un conocimiento como praxis teleia.
En otras palabras se puede decir, que ni el conocimiento, ni el placer es kinesis. Es decir que no tienen partes como el movimiento de caminar de un punto A a otro B, o como el movimiento de construir una casa. El placer es placer desde el primer momento en que se da el placer y en cuanto al conocimiento se dice que el conocer se identifica con lo conocido, porque conocer sin poseer lo conocido no es conocer.
Pero entre el placer y el conocimiento hay una diferencia muy importante. El placer es consecuencia de una actividad y sin ella no se da. En cambio, el conocimiento no depende de otra acción humana más del mismo acto de conocer. En este sentido se habla del placer de conocer. El conocimiento es la operación humana que proporciona el mayor placer, puesto que es una actividad que no responde a ningún dolor como ya se dijo más arriba.

Bibliografía:
1. Aristóteles, Etica a Nocómaco; Edición bilingue y traducción por María Araujo y Julián Marías; Centro de Estudios Constitucionales (España). Ed.
2. Aristóteles, Metafísica, Edición trilingue por Valentín Garcia Yebra, GREDOS
3. Juan Francisco Martos Montiel, El Placer en las Éticas de Aristóteles, EXCERPTA PHILOLOGICA 7-8 (1997-1998) 33-47 universidad de Málaga.

4. Robert Spaemann, Ética: cuestiones fundamentales, EUNSA.
5. Leonardo Polo, Introducción a la FilosofíaEUNSA.



[1] Cfr, Robert Spaemann, Ética: cuestiones fundamentales, EUNSA, Pág. 36-37
[2] Cfr. Juan Francisco Martos Montiel, El Placer en las Éticas de Aristóteles, EXCERPTA PHILOLOGICA 7-8 (1997-1998) 33-47 universidad de Málaga.
[3] Cfr. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1175 b.
[4] Ibid.
[5] Cfr. Aristóteles, Ética a Nicómaco 1174 b
[6] Cfr. Aristóteles, Metafísica, IX, 6, 1048b, GREDOS.
[7] Cfr. Leonardo Polo, Introducción a la FilosofíaEUNSA, Pág. 74-76
[8] Cfr. Juan Francisco Martos Montiel, El Placer en las Éticas de Aristóteles, EXCERPTA PHILOLOGICA 7-8 (1997-1998) 33-47 universidad de Málaga.
[9]  Aristóteles, Ética a Nicómaco 1174a.